Dietas bajas en carbohidratos, niños, adolescentes y tecnología

Autor: Lucía Feito Allonca

En este post hablaré de dos estudios recientes sobre el tratamiento de la diabetes con una dieta baja en carbohidratos. En primer lugar, un estudio de la Sociedad Española de Diabetes en el que la conclusión era clara: que una alimentación baja en carbohidratos unida al uso de la tecnología es beneficiosa para el tratamiento de la diabetes, y en segundo lugar, un estudio reciente sobre dietas bajas en carbohidratos en niños y adolescentes con diabetes o en riesgo de desarrollarla.

  1. Dieta baja en carbohidratos + Sistemas de circuito cerrado: Mejor gestión de la glucosa

En un estudio reciente realizado por la Sociedad Española de Diabetes (SED), se descubrió que aunque hasta el 66% de los pacientes con diabetes tipo 1 (T1D) seguían una dieta considerada equilibrada, sólo un tercio de ellos era capaz de mantener un nivel de HbA1c por debajo del 7%. Además, alrededor del 40% de los pacientes con diabetes tipo 1 tenían sobrepeso o eran obesos. 

Esto plantea la cuestión de si la dieta convencional recomendada para estos pacientes es la más adecuada y si existen alternativas para conseguir mejores resultados terapéuticos.

En la actualización de 2020 de las directrices de la Asociación Americana de Diabetes (ADA), se incluyeron las dietas bajas en carbohidratos como una de las opciones dietéticas saludables.

En pacientes con diabetes tipo 1 que utilizan sistemas de infusión de insulina de circuito cerrado (sistemas híbridos de circuito cerrado), se ha constatado en un estudio observacional retrospectivo realizado en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona que la combinación de una dieta baja en carbohidratos con esta tecnología puede conducir a un control más estable de la glucemia, especialmente durante la noche, cuando hay menos estímulos externos.

     2.  Dietas bajas en carbohidratos en niños y adolescentes con diabetes o en riesgo de desarrollarla

El presente estudio es muy reciente y data del 18 de Septiembre de 2023. En el mismo se examina el uso de una dieta baja en carbohidratos como herramienta para perder peso y la gestión de la diabetes tipo 1 y 2.

Se resalta el hecho de que la población pediátrica en Estados Unidos enfrenta un serio problema: la obesidad, y que su prevalencia está aumentando. Se señala que las dietas bajas en carbohidratos se han venido usando durante décadas en adultos para mejorar la salud metabólica y tratar la diabetes.

Las recomendaciones dietéticas actuales para niños y adolescentes con diabetes tipo 1 son las mismas que para la población general. Es habitual dosificar la insulina a la hora de las comidas en función de la cantidad de hidratos de carbono que se vayan a ingerir. 

Las personas con diabetes tipo 1 pueden utilizar dietas bajas en hidratos de carbono para facilitar la reducción de las necesidades exógenas de insulina y disminuir las excursiones de glucemia asociadas a las comidas. 

Sin embargo, aunque nosotros conocemos casos de éxito, existen muy pocos datos sobre el uso de dietas muy bajas en carbohidratos o cetogénicas en niños y adolescentes con diabetes tipo 1. Un estudio realizado en adultos con diabetes tipo 1 mostró una disminución de las necesidades de insulina.

Se llevó a cabo una encuesta con un grupo internacional basado en las redes sociales de adultos con diabetes tipo 1 y padres de jóvenes con diabetes tipo 1 que optan por utilizar dietas bajas o muy bajas en carbohidratos como tratamiento complementario. Los encuestados informaron de un excelente control glucémico, pero de una mala relación con los profesionales de la diabetes asociada a la desconfianza y al sentimiento de ser juzgados por sus decisiones sobre el control de la diabetes.

El estudio señala que existe consenso clínico para apoyar una menor ingesta de hidratos de carbono y una mayor ingesta de proteínas y grasas de mayor calidad en los jóvenes bajo supervisión médica, si ésta es su elección y cuentan con el apoyo familiar y médico.Se recomienda mantener un diálogo abierto sobre las decisiones de control de la diabetes, los hábitos y las elecciones dietéticas, y fomentar un seguimiento médico regular con un equipo multidisciplinar de apoyo, que incluya un dietista pediátrico.

En cuanto a la diabetes de tipo 2 es el resultado de la resistencia a la acción fisiológica de la insulina en el músculo y el hígado y de un fallo progresivo de las células β pancreáticas que provoca una deficiencia relativa de insulina. El tratamiento requiere abordar la resistencia y la deficiencia de insulina.La reducción de hidratos de carbono puede ser una parte importante y eficaz del tratamiento general de la diabetes tipo 2, ya que reduce la resistencia a la insulina y la demanda de cantidades crecientes de insulina por parte del páncreas. Al igual que en el caso de las personas con diabetes tipo 1, las personas con diabetes tipo 2 que utilizan insulina exógena para su tratamiento pueden seguir dietas bajas en hidratos de carbono para reducir los valores de glucemia y disminuir las necesidades de insulina exógena.

Las dietas moderadas o bajas en hidratos de carbono en adultos con diabetes tipo 2 son beneficiosas para la glucemia y el riesgo de enfermedad cardiovascular

Las conclusiones finales son las siguientes:

  • Las dietas bajas en carbohidratos (<26% de energía) y muy bajas en carbohidratos (20-50 g) no se recomiendan para niños y adolescentes con diabetes tipo 1, excepto bajo la estrecha supervisión de un equipo de atención en diabetes.

  • Para la prevención y el tratamiento de la prediabetes y la diabetes tipo 2, se recomienda reducir la ingesta de carbohidratos pobres en nutrientes minimizando el consumo de alimentos procesados con grandes cantidades de cereales refinados y azúcares añadidos y eliminando las bebidas azucaradas.

  • Eliminar las bebidas azucaradas y los zumos mejora significativamente la glucemia y el control del peso en niños y adolescentes.


Bajos Hidratos, diabetes tipo 1 y embarazo

Autora: Lic.Lucía Feito Allonca, Derecho Sanitario y Biomedicina. Especialista en Derechos del Paciente. Educadora en Diabetes (ED)

En la semana internacional de concienciación sobre la alimentación baja en hidratos de carbono 2023, Allison Herschede, BSN, RN, CDCES, realizó una presentación donde nos ilustró sobre cómo minimizar el riesgo en el embarazo para obtener resultados positivos cuando vivimos con diabetes.

Allison lleva 42 años viviendo con diabetes, y le dijeron que debía evitar los embarazos. No obstante, ha tenido dos embarazos exitosos realizando la dieta americana estándar -usando dosis altas de insulina y teniendo numerosos episodios de hipoglucemia severa- y uno con el régimen de bajos hidratos de carbono, con niveles de glucosa en sangre normalizados y dando a luz a las 40 semanas. Ella lidera grupos sobre embarazo y diabetes desde el año 2006 y es una enfermera registrada y educadora en diabetes. Tiene un libro en esta temática, disponible en Amazon, llamado “Grit pregnancies: How to have a healthy pregnancy and normal blood sugars with Type 1 Diabetes”, disponible en Amazon.

LOS RIESGOS DE LA DIABETES TIPO 1 EN EL EMBARAZO

En el embarazo con diabetes tipo 1, la paciente corre el riesgo de sufrir un aborto, defectos congénitos y complicaciones como preeclampsia, progresión de la retinopatía diabética, progresión de la enfermedad renal crónica, macrosomía (bebé grande para su edad gestacional), demasiado líquido amniótico, hipoglucemia neonatal, síndrome de dificultad respiratoria, ictericia, fallo placentario y, en el peor de los casos, muerte fetal.

Como anticipé al principio del artículo, Allison ha tenido tres  embarazos exitosos, cómo minimizar estos riesgos y sus causas serán cuestiones que pasaremos a tratar a continuación.

LA CAUSA DE LOS RIESGOS

En cuanto al riesgo de aborto, la pérdida del embarazo antes de las 20 semanas de gestación es más frecuente en la diabetes tipo 1 debido a anomalías genéticas. La glucosa elevada en ayunas también está estrechamente relacionada con los niveles de hormonas maternas necesarios para mantener el embarazo.

Los defectos de nacimiento se dan principalmente debido a la hiperglucemia. Los niveles altos de glucosa (azúcar) en sangre durante las primeras 10 semanas de gestación elevan este riesgo.

En cuanto a la preeclampsia, macrosomía, fallo placentario, la progresión de la retinopatía diabética y de la enfermedad renal diabética y otras afecciones, existe una causa común: una vez más, estos riesgos se ocasionan por la hiperglucemia.

El Dr. Lois Jovanovic- Peterson, endocrino y pionero en diabetes y embarazo, afirma que "Un nivel de glucosa en sangre en ayunas superior a 120 mg/dL en el primer trimestre aumenta el riesgo de macrosomía en un 24%".

Constatamos claramente que la hiperglucemia o los niveles elevados de glucosa (azúcar) en sangre son la causa, no la diabetes tipo 1 por sí misma, si está adecuada y estrictamente gestionada, algo que nos interesa realizar en un período tan especial de nuestra vida.

ESTRATEGIAS DE MINIMIZACION DE RIESGOS

Los niveles “en rango” durante el embarazo son los siguientes:

Desde  2023,la ADA  recomienda un nivel de glucosa en sangre en ayunas de 70

Como hemos visto antes, la hiperglucemia es la causa tras todos los riesgos, y para evitarla, normalizar nuestros valores de glucosa o azúcar en sangre es imprescindible.¿Es esto posible?

Sí, lo es. Allison es coach para diaVerge diabetes y lleva muchos años ayudando a las personas a optimizar  el manejo de su diabetes tipo 1 y mejorar sus resultados de tiempo en rango y valores de glucosa.

Algunos consejos para la normalización de nuestros niveles de glucosa son los siguientes:

  1. Restricción terapéutica de los carbohidratos ingeridos: Evitar cereales, azúcar, almidones y fruta dulce.

  2. Testear la insulina basal. Encontrar nuestra dosis idónea.

  3. Comprobar nuestra sensibilidad a la insulina y a la glucosa.

  4. Implementar el uso de insulina regular o dar bolos extendidos para cubrir el aporte de proteínas en la dieta.

  5. El uso de monitoreo continuo  de glucosa(MCG).

El Dr. Richard Bernstein, que lleva viviendo con diabetes tipo 1 desde 1946 y aún ejerce la medicina, está convencido que las personas que vivimos con diabetes tenemos derecho a gozar de los  mismos niveles de azúcar en sangre que las  personas sin diabetes, y nos ha  facilitado sus protocolos y hallazgos en su best-seller “Diabetes Solution”.

Su método difiere de las recomendaciones predominantes en el panorama global. Bernstein destaca que la  diabetes es una condición de intolerancia a los carbohidratos, y que reducir el  nivel de insulina al ingerir  menos cantidad de carbohidratos  convierte la gestión de nuestra diabetes en una tarea más previsible.

En cuanto a las calorías, en el embarazo hemos de considerar el aporte extra de 200-400 calorías más de las habituales, 400 durante el tercer trimestre para ello hemos de tener en cuenta que la grasa proporciona 9 calorías por gramo y la proteína 4 por gramo.Un paquete de frutos secos contiene 500 calorías, por lo que este incremento no supondrá un objetivo de difícil cumplimiento.

Si se realiza conscientemente, un plan de  alimentación bajo en carbohidratos puede llegar a contener todos los nutrientes necesarios. Se recomienda especialmente incrementar la ingesta de alimentos ricos en ácido fólico (como el hígado, cacahuetes, almendras o avellanas).

Por otra parte, el régimen alimenticio bajo en hidratos de carbono puede producir cetosis nutricional, que no ha de confundirse con cetoacidosis diabética. La cetosis nutricional es un estado natural, mientras que la cetoacidosis diabética es una complicación aguda y potencialmente mortal de la diabetes.

Las necesidades basales de insulina pueden cambiar en el embarazo y es importante monitorearlas. Se recomienda el uso de tabletas de glucosa o similares  para dosificar la cantidad de carbohidratos con los que tratemos las potenciales hipoglucemias, ya que la comida es mucho menos predecible.